Escrito por: Tulipanidades
Editado por: Giovanna Mendoza
Zona de confort. Un término que a pesar de conocerlo hace décadas, comencé a ser consciente de él tras mi despertar emocional, el cual – así como el de muchos – sucedió durante la pandemia. Para ser exactas, en febrero del 2022. Nunca imaginé que ese año tomaría el primero de muchos pasos que me llevarían al camino fuera de mi zona de confort, incluso mucho más lejos que eso, vaya que me alegro de haber salido de ella. Así que, si tú estás en ese periodo de tu vida, en el cual te estás replanteando si hacerlo o no – salir de tu zona de confort, quiero decir – pero no consigues convencerte de hacerlo, ya sea porque no sabes cómo proceder, o te asusta demasiado atreverte; no te preocupes, yo te ayudaré para que encuentres la motivación y validación que estás buscando. Porque sí, a veces buscamos esa convalidación de otros para animarnos a hacer algo que queremos, pero shhh, aquí nadie juzga nada, este es tu lugar seguro, siéntete comprendida y apapachada, todas aquí entendemos por lo que estás pasando.
Primero que nada, debes saber que moverse, aunque sea un milímetro fuera de tu zona es sumamente difícil y mucho más la primera vez. Si no estás acostumbrada a ello necesitarás muchísima fuerza de voluntad y una fuerte determinación para proceder a tomar ese andar y solo estamos hablando de los momentos previos a la resolución, apenas el inicio de un largo camino. Se trata de todo un desfile el para dar el siguiente paso: avanzar del pensamiento a la acción. ¿Qué si habrá algún instante donde salir de nuestra zona de confort no sea como tratar de resolver un cubo Rubik? Debo decirte que no. Y no, no procedas a activar tu modo rendición, ni comiences a excusarte y decir que se trata de una estafa. Entiéndelo más bien como una buena nueva, porque este proceso aunque nunca será lineal, termina siendo siempre fantástico. Nunca te aburrirás porque siempre tendrás nuevas oportunidades para conocer tu valentía y esas oportunidades te dejarán experiencias que siempre te serán útiles al enfrentarte a nuevos retos.
Es esto lo interesante de las pruebas, jamás son sencillas, tienen sus grados, claro está. No obstante, mientras más maneras encuentres de probar cosas nuevas y saborear la incomodidad de la incertidumbre, más hábil y cómoda encontrarás la incertidumbre. Te convertirás en una almita empoderada, o como le llamamos mi mamá y yo “unas señoras serpientes”. Desviandome un poco del tema y para que entiendas un poco el término anterior, imagina a la antagonista de El diablo viste a la moda. Sí, Miranda tiene un estilo de “señora serpiente” como le llamo yo; sin embargo, aunque ella lucía fabulosa, nosotras queremos ser como Andrea cuando aprendió a darse a respetar y decir lo que pensaba asertivamente, esa para mí si es “señora serpiente” la verdadera mamba negra.
Ahora bien, retomando el tema – que es salir de esa zona de confort que ya cumplió su propósito y que ya no nos sirve, porque no nos suma y tampoco nos resta – concordarás conmigo en que no es muy sabio de nuestra parte si quedarnos estáticas, no queremos estancarnos, sino seguir creciendo ¿verdad?
Dado que soy una persona muy visual, me gusta darles forma a los conceptos de la vida para entenderlos mejor, así que te compartiré lo que para mí es la zona de confort. Esta salió de un sueño que tuve en mi infancia. Estaba en un pequeño parque de esos que encuentras en los vecindarios, cuando era niña amaba estos lugares, supongo que por eso era un sueño recurrente, pues me divertía cuando lo visitaba. Con el paso del tiempo, la frecuencia de este sueño se fue debilitando hasta pasar al olvido, aunque tal parece que para mi mente no fue así, o al menos no del todo, pues años más tarde esta lo retomó de una manera que me impactó. Tuve de nuevo ese sueño, después de todos esos años lo reconocí al instante, más no era él mismo, había sufrido el paso del tiempo: donde antes había niños corriendo, gritando y riendo, ahora solo se escuchaba el viento, el cual empujaba la tierra y llenaba de polvo los columpios, el pasamanos y el sube y baja. Me sentí triste por ello, ya no era un sueño que me despertara emoción, como la que tenía las primeras veces, además se veía pequeño. ¿A dónde quiero llegar con esto? Bueno, la zona de confort, para mí es como ese parque que visitaba cuando niña, pero ahora que eres adulta no tienes el tamaño ideal para jugar en él ¿Qué pasa entonces? ¿Te quedarías allí aferrada solo por las memorias que creaste en él? ¿No sería mejor buscar uno nuevo que sea más adecuado a nuestro tamaño? Seguro será más divertido, sin embargo, puede que nos aterre si vemos otros tipos de juegos que jamás hemos probado. ¿Por qué no reiniciamos en ese nuevo horizonte? Poco a poco lo conoceremos y descubriremos que es mucho más divertido que el anterior ¿No es verdad?
Supongo que ya entiendes a donde voy con todo lo anterior. La clave para salir de tu zona de confort, no es actuar por impulso ni hacerte la valiente, sino avanzar a pesar del miedo. Ser nosotras las que dominemos el miedo y no que el miedo nos domine a nosotras. Estoy a punto de cumplir 28 años y me siento contenta de este bello proceso que se resume en salir de ese viejo parque, en entender que me ha quedado chico y que es hora de aventurarme a otro más grande y retador hasta que también este se vuelva pequeño y así sucesivamente. Quiero recalcar que cada quien debe encontrar su propio ritmo, sin compararse, que si vas a ver qué es lo que hace la persona de a lado, sea para ver qué cosas de su proceso te sirven y puedes transformarlas a tu estilo. El chiste es darle tu toque, de manera que se adapte a ti y a tu proceso. No te midas con la regla de otros, crea tu propia medida y créeme, disfrutarás al máximo cada día.
Espero que este pequeño fragmento de letras te haya dado la perspectiva que yo sé que ya tienes y que te haya hecho comprender que solo necesitas sacudirte las dudas y tomar una bocanada de aire para dar el primer paso. Piensa que nunca es tarde para iniciar este hermoso viaje, y siempre siéntete orgullosa del lugar en donde estás, sé que has pasado por mucho y el hecho de que estés leyendo esto demuestra que tienes más coraje de lo que crees. Poco a poco irás construyendo esa bella confianza, te lo dice una persona que pensaba de sí lo peor y ahora se tiene mucha fe. Te mando abracitos de oso grizzly para que sigas adelante, estaré deseosa de ver tu progreso.