Escrito por: Miranda Salmeron
En el viaje de saber quien soy me he perdido un poco pero también me reconozco en los recuerdos de mis nostalgias, en lo que fui y en lo que quizá nunca seré.
Soy como mi padre, necia y lenta al andar, a veces creo que no encuentro mi lugar.
Soy como las flores que nacen de las llagas que nunca dejó terminar de sanar.
Los días de invierno me adormecen, el verano me ayuda a crear.
Tengo algunos sueños rotos y me cuesta dejar el dolor atrás.
Soy como la madrugada, olvido donde empiezo yo y donde terminan los demás.
Soy los ojos de mi madre y un poco las creencias de mi abuela.
Los amigos que la vida fue alejando y el reencuentro de un amor que quizá nunca debió pasar.
Soy las montañas que aún no trepo y las aguas que me han lavado la conciencia.
Soy todo y soy nada, soy un poco dios y el universo inmenso. Soy la hormiga en mi ventana. Soy mi propia existencia resumida en los discos viejos que escuche alguna vez.
Soy la nada en la oscuridad al cerrar los ojos y el miedo de la infancia que me grita que ya no tengo 7 años.
Soy la luna cuando bailo con mis amigas, soy mi hermana repitiendo mis errores.
Soy humana. Soy mortal.
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