Escrito por: Esther S. Garcia
Editado por: Giovanna Mendoza
Hay una frase que dice:
“Si te lastima es porque probablemente no es de tu talla; aplica para zapatillas, para vestidos y también para relaciones”
Se acerca el 14 de febrero y eso me hizo recordar lo bonito que es abrazar, intercambiar y pasar tiempo de calidad con nuestras personas más amadas; háblese de familia, amigos o pareja; es una de las mejores sensaciones que una persona puede experimentar.
El amar a alguien nos produce Felicidad, ese pequeño cosquilleo e instinto de proteger, de creer y de tener esperanza de un futuro junto a esa persona.
El amor está descrito como una emoción compleja que involucra fuertes sentimientos de afecto y ternura, sensaciones placenteras en su presencia, devoción a su bienestar y sensibilidad a sus reacciones hacia uno mismo.
El ser humano está programado genéticamente para establecer vínculos con otras personas, lo que sugiere que la capacidad para amar es esencial a su condición, no obstante, las personas escogen a sus compañeros (as), construyendo expectativas hacia la relación.
Existen dos tipos de relaciones:
Las relaciones sanas que tendrían como característica fundamental el ganar- ganar, pues mejoran con aprendizaje, esfuerzo consiente y tiempo; obviamente
llegan a existir conflictos poco deseables, aunque son normales en toda relación humana.
Y las relaciones toxicas que son del tipo perder-perder, las cuales pueden llegar a ser altamente dañinas o incluso tornarse peligrosas; pues existen relaciones donde el conflicto, daño y malestar son los protagonistas constantemente.
– ¿Me quieres?
Más que a mi vida, dijo el suicida.
Una relación tóxica no suele serlo desde un inicio, sino que se vuelve tóxica con el tiempo, probablemente seas la última persona en darte cuenta porque estás enamorada y metida de lleno en el vínculo que has formado con tu pareja.
Las relaciones tóxicas afectan a la autoestima pues provocan sentimientos de infelicidad e insatisfacción.
Características de una relación tóxica:
• La persona que está en una relación tóxica siente rechazo y miedo, llegando a tener que medir sus palabras y actos para no perturbar al otro.
• No vive tranquila los signosl de ansiedad se elevan porque los “momentos de felicidad” son simplemente pasajeros ya que existe la desconfianza de parte del otro y su la vida se vuelve en alarma constante
• El amor propio desaparece es decir se vuelve dependiente, “necesita” al otro para ser feliz.
Muchas veces la persona afectada no lo ve, pero intenta en todo momento justificar ciertas actitudes, incluso llega a dudar de cosas que hace bien porque su pareja le dice que está mal. «Aquí la dependencia emocional es el factor principal, pues la persona llega a un momento que lo normaliza todo y cree que lo que pasa es algo habitual en las relaciones».
¿Cómo romper una relación tóxica?
“El desapego no es desamor, sino una manera sana de relacionarse; cuyas premisas son: independencia, no posesividad y tampoco adicción”
– Walter Riso.
Es importante que tengas en cuenta que el amor NO es sufrimiento; es decir, una relación que te quita más de lo que te aporta y te lleva a vivir en una tensión permanente no es una relación saludable; cuando el sufrimiento aparece en la relación es porque algo está fallando.
El amor hace que la vida sea mucho mejor. Es una experiencia única y maravillosa, pero a veces llamamos “amor” a situaciones que lejos de proporcionarnos ese bienestar, más bien nos hacen sufrir todo el tiempo; por lo tanto, debemos buscar la manera de poder amar sin sufrir.
Para ello es importante que…
• ¡No! debas normalizar situaciones insanas, no conviertas el cariño como una excusa para seguir en la relación, el amor no lo puede todo; es decir, aunque tengas la sensación de sentir algo especial por esa persona, vivir sufriendo
no es una opción.
• ¡Jamás! dejes de lado tus sentimientos, piensa en ti y en tu bienestar;
empieza por cuidar de ti, física y mentalmente; arréglate, consiéntete con palabras bonitas, repítete una y otra vez lo importante que eres.
• ¡Y Nunca! olvides que fuera de esa burbuja existe alguien que te puede
ayudar ¡No estás solo (a)!, pide ayuda profesional, el acompañamiento en
estos momentos es fundamental.
¡NO TE QUEDES DONDE EL PRECIO SEA DAR, PERO NO RECIBIR; DONDE TU FELICIDAD SE CONVIERTA EN TRISTEZA Y TU VIVENCIA EN SOBREVIVENCIA!