Escrito por: Anais Barrera

Editado por Giovanna Mendoza

En el mundo moderno, el autocuidado se ha convertido en un tema central de conversación, especialmente entre las mujeres. Nos enseñan la importancia de cuidar nuestra salud física y mental, pero rara vez se menciona el papel que el placer y el erotismo pueden desempeñar en este proceso. Es hora de cambiar eso. El placer y el erotismo son aspectos fundamentales de la experiencia humana, y son igualmente importantes para el bienestar de las mujeres, tanto como una dieta saludable o la meditación. Sin embargo, la sociedad a menudo nos enseña a sentirnos avergonzadas o culpables por explorar y disfrutar de nuestra sexualidad. Es hora de desafiar estas normas sociales y reclamar nuestro derecho al placer. Explorar nuestra sexualidad y descubrir lo que nos gusta y nos excita es una forma poderosa de conectarnos con nosotras mismas y de fomentar una relación positiva con nuestro cuerpo.

El autocuidado no se trata solo de cuidar nuestra salud física; también se trata de nutrir nuestra mente y nuestro espíritu. El placer y el erotismo pueden ser formas increíblemente efectivas de aliviar el estrés, mejorar nuestro estado de ánimo y aumentar nuestra autoestima. Además, el placer sexual puede tener beneficios tangibles para nuestra salud física. Se ha demostrado que el orgasmo libera endorfinas, hormonas que actúan como analgésicos naturales, y que pueden ayudar a aliviar el dolor menstrual, el estrés y la ansiedad. Sin embargo, es importante recordar que el autocuidado sexual no se trata solo de alcanzar el orgasmo. Se trata de conectar con nuestro cuerpo de una manera íntima y amorosa, sin presiones ni expectativas externas. Se trata de explorar lo que nos hace sentir bien y de aprender a comunicar nuestras necesidades y deseos de manera abierta y honesta. 

Como mujeres, tenemos derecho a disfrutar de nuestro cuerpo y de nuestra sexualidad sin sentirnos avergonzadas o culpables. El placer y el erotismo son aspectos fundamentales de nuestra experiencia humana, y es hora de reclamarlos como parte integral de nuestro autocuidado. Al priorizar nuestro propio placer y bienestar sexual, no sólo estamos invirtiendo en nuestra propia felicidad y satisfacción, sino que también estamos desafiando las normas sociales obsoletas que nos dicen que debemos sentirnos avergonzadas de nuestra sexualidad. Es hora de celebrar nuestro derecho al placer y de reconocer que el erotismo es una parte hermosa y natural de la experiencia humana.